Blogia
El Blog de Sergio del Molino

COMO EN CASA, EN NINGÚN SITIO

COMO EN CASA, EN NINGÚN SITIO

Antes de emprender su viaje, Phileas Fogg desayunó un pescado hervido con salsa Reading de primera calidad, un rojizo filete de roast beef con champiñones de guarnición, una tarta de ruibarbo y grosellas y un bocado de queso Chester, todo ello regado con varias tazas de excelente té, especialmente seleccionado para el Reform Club. Michael Palin, 115 años después, se fue sin desayunar. Eran otros tiempos.

En 1988, el ex Monthy Python hizo realidad el viaje de la novela de Julio Verne, pero en lugar de ir acompañado por Picaporte, eligió un equipo de rodaje completo de la BBC. El compromiso era no utilizar el avión para dar la vuelta al mundo. Y descubrió que es mucho más complicado de lo que parece. Viajar en barco, salvo si se trata de cruceros, está muy difícil. Unos amigos míos se recorrieron hace unos años parte de la costa de Chile en un mercante que vendía algunos pasajes y tenía un par de camarotes habilitados, pero es algo muy raro. 

La conclusión fundamental que extrajo Michael Palin es que moverse a tu aire por el mundo es mucho más complicado ahora que a finales del siglo XIX. Hablamos de europeos con posibles, claro. Por aquel entonces, un burgués londinense podía ir donde le placía sin rellenar apenas papel alguno. Hoy -y en 1988, con el telón de acero vigente, ni te cuento- son tantos los visados, los documentos y las vacunas que debes llevar que resulta tentador entrar en una agencia de viajes y dejar que ellos se encarguen de todo. A Palin le costó dios y ayuda cumplir el itinerario, y aunque le pareció bonito, fardó un montón, los documentales le quedaron muy chulos y su diario de viaje se convirtió en el libro que reproduzco, el cómico dijo que no le volvían a pillar en una de esas, que prefería una expedición a pie a Kantchatka antes que discutir con un solo aduanero más.

Releo a Michael Palin mientras la peluquera gallega de Cancún sale de ese calvario policial y mientras los maderos de estos lares alertan de que Barajas es un coladero de inmigrantes ilegales. Se quejan los sufridos agentes de la ley de que las preguntas que hacen a los latinoamericanos que entran como turistas (con todo el derecho del mundo, hay que decirlo) no bastan para detectar las intenciones del viajero de quedarse a trabajar. La locutora de TVE, que debe tener algún policía en la familia, se indigna casi más que los propios agentes y dice, para alertar a los asustados españoles: "Cualquier boliviano con un pasaporte, una reserva de hotel o dirección de un amigo que le aloje y un billete de vuelta puede entrar en España sin problemas". Guau, qué miedo, los bolivianos y sus chompas caminan entre nosotros y no podemos hacer nada. Armémonos y organicémonos contra estos intérpretes de El cóndor pasa (que seguro que contiene mensajes en clave para atraer más inmigrantes). ¿Y qué quieren, someterlos a un tercer grado? ¿Más humillaciones aeroportuarias? 

Viajar está difícil, amigos. Parece mentira, pero teniendo todo a favor para que la experiencia sea mucho más placentera que en el sucio y vaporoso siglo XIX, ciertas paranoias colectivas están haciendo que te apetezca quedarte en casa. Cuando no son los inmigrantes es el terrorismo. Venga ya, hombre. La verdad es que estábamos planeando un viaje a Estados Unidos próximamente, pero da tanta pereza la burocracia, y saber que al aterrizar puede haber un agente de la CIA esperándome porque alguien me ha incluido en la lista de terroristas -dada mi barba, no me extrañaría-, me está echando para atrás. 

Qué difícil resulta todo, hijos míos. ¡Y se quejaba Michael Palin hace 18 años, que no desayunó aquel día para poder enfrentarse ligero a la burocracia de los pasaportes!

5 comentarios

Anakrix -

Pero luego hacen marcianadas como la que les pasó a una pareja de amigos en Nueva York. Hicieron escala en el aeropuerto para otro destino, así que no tenían que pasar la aduana porque no salían de la zona de embarque y se libraban de los estrictos controles de seguridad. Son fumadores empedernidos, y dentro del JFK no se puede encender un pitillo. Preguntaron dónde se podía fumar y, amablemente, les dijeron que salieran a la calle. Ni miraron su pasaporte ni les preguntaron nada, claro. Así que tanto control y tanta gaita para unos y luego a ellos, que podían ser dos terroristas peligrosos, les sueltan en territorio estadounidense tan relajadamente. Estos romanos están locos...

S. del Molino -

Sí, yo tengo una amiga que lleva años viviendo en Estados Unidos y siempre que vuelve a España de vacaciones se angustia porque no la tiene todas consigo de que pueda volver a su casa.

Cide -

Conozco a un tipo que, por cuestiones de trabajo, ha viajado mucho a Jordania, Emiratos Árabes, Qatar,...
Cuando el año pasado trató de aterrizar en EE.UU. estuvo horas siendo cacheado, recibiendo preguntas como:
- ¿Qué hacías tú en Jordania?
- ¿Tienes todavía tratos con alguien de Qatar?
- ¿Vas a volver en un futuro allí?
- ¿Puedes darme el teléfono de alguien que corrobore tus respuestas?

Luego lo pasaban a otra oficina y le volvían a preguntar lo mismo.

Menos mal que habla bien el inglés, no sé qué habría pasado si no fuera así.

Ex-Compañero de piso -

Si bien es la típica noticia que busca distraernos de los grandes problemas, no deja de tener parte de preocupante.

No se como estarán las cosas en Zaragoza, pero sí se como están en Madrid. Al chusmerío local, se le unen ENORMES cantidades de foráneos que aportan sus propios puntos de vista acerca del tema.

En avión no solamente llegan sufridas madres de familias numerosas dispuestas a trabajar sin parar más que los domingos (o ni eso), ni señores bien peinados prestos a dejarse las manos en las obras. Llega también una cantidad de indeseables de cuidado, de aprovechados (pregunten a cualquier miembro del personal sanitario), etc.

Añado lo que le dijo un anciano marroquí en Fez a un colega "no tengas miedo de ir por cualquier sitio, desde que todos los ladrones se marcharon a Europa, aquí se puede caminar muy bien"

Y por último, el que quiera, que pregunte la opinión acerca de marroquíes y andinos
al señor iraquí que vende los kubbas y keftas al ladito de la madrileña plaza de Lavapiés. Si además lo haces de USA, las risas garantizadas.

Severiano Delgado -

Está muy difícil moverse fuera del espacio Schengen, ciertamente. Dentro de la burbuja, todo va de maravilla, no hace falta pasaporte, etc. Pero si quieres salir al mundo exterior, ya l'as cagao.

De todas formas, mi comentario iba por otro lado: hoy día no hay líneas regulares de viajeros en barco, salvo los ferries tipo Santander-Plymouth a Grenaa-Varberg. El avión se lo ha comido todo. Así que, aparte de las complicaciones aduaneras, es realmente difícil dar la vuelta al mundo sin tomar un avión. Tráfico marítimo de mercancías, todo el que quieras y más. De pasajeros, nada de nada.